Abstract
En este artículo, estudio la colección de blogs literarios en español que
comprende Elboomeran(g), un gigantesco blog literario de más de diez
años y veinte blogueros. Utilizando tanto la lectura distante como la
cercana, afirmo que el contenido de los blogs revela dos componentes
importantes de la estética transnacional: en primer lugar, a nivel de la
poética, al igual que en el mundo analógico, seguimos observando
tendencias textuales que se alejan de los temas y espacios asociados con
la experiencia nacional, y el mismo reblandecimiento de las fronteras
nacionales que se evidencia en la escritura latinoamericana
contemporánea. En segundo lugar, el terreno en línea nos obliga a
cuestionar la relación entre el espacio y la pertenencia nacional,
porque sirve como ámbito para la actividad lectora posnacional sobre la
base de territorios de la lengua. Ambos aspectos son centrales para
profundizar el estudio de la escritura digital y el modo en que esta
opera en el marco más amplio de las tendencias hacia el
transnacionalismo. En el presente trabajo, considero en qué medida
podemos incluir los espacios virtuales entre las variantes del
extranacionalismo, dado que a nivel nacional se los sigue discutiendo.
"Con el término
tecnopaisaje me refiero a la configuración
global, que además es cada vez más fluida, de la tecnología y al hecho de
que ésta, ya sea alta o baja, mecánica o informática, ahora cruza a grandes
velocidades diversos tipos de fronteras hasta ahora impenetrables."
[1] Arjun
Appadurai,
Modernity at Large
En mi investigación sobre literatura latinoamericana, examino la idea de que
el espacio en línea puede operar como la próxima frontera para la escritura
transnacional. En efecto, la web se extiende más allá del mundo analógico y
refleja precisamente la tensión que existe entre lo nacional y lo
transnacional en la Latinoamérica contemporánea. Hace tiempo que el terreno
en línea se considera una geografía, que, además, atravesamos a diario. El
uso de términos tales como ciberespacio, espacio
web, sala de chat y hasta el mismo web
refuerza esa idea. A mediados de la década de 1990, Arjun Appadurai dijo de
nuestra era que tiene un tecnopaisaje, con lo que señalaba una
materialidad imaginada. Esa descripción surge también de nuestro deseo
colectivo de determinar esos espacios, quizá como reacción a su fluidez. En
contraste con el tono festivo del tecnopaisaje colectivo de los
años 90, el comienzo del siglo XXI trajo consigo nuevas perspectivas y una
visión más compleja de la web. Se ha visto el impulso de circunscribir lo
ilimitado de su naturaleza por parte de Estados Nación que se proponen
segmentarla, controlarla y dividirla.
Los terrenos virtuales recuerdan la fuerza constante de los imaginarios
nacionales, puesto que se hacen intentos de instaurar fronteras geopolíticas
en territorio cibernético. Al mismo tiempo, los textos digitales permiten
otro tipo de lectura: en lugar de considerar las obras por separado, podemos
realizar un análisis agregado, o lo que Franco Moretti denomina
“lecturas distantes”, para observar tendencias
textuales a mayor escala y también a lo largo del tiempo. Los textos no
necesitan haberse originado en la web para estar digitalizados, como lo
demuestran las vastas colecciones disponibles en Google Books, a las que
pueden recurrir los investigadores para analizar grandes cantidades de
texto. De este modo, la capacidad de crear un panorama más amplio de la
literatura solo se ve limitada por lo que está publicado y digitalizado. La
literatura y la tecnología colisionan de maneras cada vez más profundas, y
se sostiene en los casos estudiados en el presente trabajo que las lecturas
distantes y cercanas pueden funcionar en tándem y enriquecer nuestra
concepción de ambas.
En este artículo, se estudia la colección de blogs literarios en español que
comprende
Elboomeran(g), un gigantesco blog
literario de más de diez años y veinte blogueros.
[2] Utilizando tanto la lectura distante como la cercana, se afirma que
el contenido de los blogs revela dos componentes importantes de la estética
transnacional: en primer lugar, a nivel de la poética, al igual que en el
mundo analógico, seguimos observando tendencias textuales que se alejan de
los temas y espacios asociados con la experiencia nacional, y el mismo
reblandecimiento de las fronteras nacionales que se evidencia en la
escritura latinoamericana contemporánea.
[3] En segundo lugar, el terreno en línea nos obliga a
cuestionar la relación entre el espacio y la pertenencia nacional, porque
sirve como ámbito para la actividad lectora posnacional sobre la base de
territorios de la lengua. Ambos aspectos son centrales para profundizar el
estudio de la escritura digital y el modo en que ésta opera en el marco más
amplio de las tendencias hacia el transnacionalismo. En el presente trabajo,
se considera en qué medida se pueden incluir los espacios virtuales entre
las variantes del extranacionalismo, dado que a nivel nacional se los sigue
discutiendo.
[4]
I. Introducción
Igual importancia reviste el hecho de que el ámbito digital nos brinda
una plataforma desde la que podemos examinar la naturaleza y
distribución cambiantes de los textos. La recentralización de la
industria editorial en el siglo XXI en una era de fuerzas mercantiles
globales ha contribuido a la disociación de los textos latinoamericanos
de las redes regionales de distribución, lo que posiblemente haya
influido en las tendencias de producción artística. La literatura
latinoamericana está atravesando un proceso de digitalización a gran
escala, y varios actores multinacionales importantes, como Apple, Amazon
y Google Play, están propagando los libros electrónicos en la región
[
Darnalt 2015]. El capitalismo de la imprenta tiene un
papel central en el abordaje que hace Benedict Anderson de la cohesión
nacional, y ese abrupto giro en la distribución nos llama la atención a
la cambiante relación entre literatura y nación
[5]. En efecto, la
deconstrucción de esas fronteras es particularmente significativa a
nivel de la distribución, la circulación y el intercambio de la
información. La rápida transferencia de conocimientos que caracterizó el
final del siglo XX y el comienzo del XXI ha dejado huellas profundas en
la producción literaria latinoamericana, en una era marcada por el
movimiento (de cuerpos e ideas) entre múltiples espacios. No hay sitio
donde esas tendencias se evidencien tanto como en la web.
La revista literaria mexicana
Tierra Adentro
ha descrito la web como un territorio expandido en el que escritor,
lector y editor se reúnen de modos inesperados (Illustración 1). Al
contemplar con atención la tapa de la edición de
Tierra Adentro dedicada al espacio web como nuevo
territorio para la literatura, se nos presenta una interesante
contradicción. En ella, una pila de libros descansa sobre un molinillo
de maíz, un aparato que se utiliza tradicionalmente para hacer harina
para tortillas. De esa pila, emergen 140 caracteres, el límite máximo de
un
tweet, mientras que el ícono de Twitter hace girar el
molinillo.
[6]
En efecto, además de la expansión del espacio por medio de la web que
suponen géneros nuevos como Twitter, hay contenidos que se recrean y
contraen simultáneamente, lo que, sin duda alguna, influye en la
estética
[7]. El espacio web “universal”
llama la atención sobre la nación de maneras complejas; por momentos
funciona como un ancla, por momentos como un filtro–como se ve a las
claras en el caso del firewall–o incluso como un punto de partida. Al
hablar de la dualidad de la web, Stephanie Schulte afirma: “Si bien podría decirse que es uno de los
ejemplos más acabados de transnacionalismo y suele mencionársela
como una fuerza de la globalización, Internet sigue
constituyéndose a través de políticas nacionales”
[
Schulte 2013]. De hecho, en línea se nota la dificultad de ubicar el
sitio de la nación, dado que el IP de un sitio web
puede estar en Mountain View, California, en las oficinas de Google,
aunque su público se concentre mayormente en una aldea de la región del
Amazonas, en Brasil. Antes que limpios y transnacionales, los ámbitos en
línea son arenas culturales y políticas enredadas en un vasto mundo
territorial. Es una zona gris e intermedia, donde convergen naciones e
idiomas.
Los medios interactivos cambian los modos en que dialogan escritor y
lector, y hacen de la alfabetización digital una labor visual conjunta.
La ficción colaborativa en línea lleva esa idea más lejos que nunca, con
contenidos que los autores adaptan en respuesta a los sentimientos de
los lectores. Los blogs son solo una faceta más del cambio que ha
sufrido el lugar de la autoría en la escritura latinoamericana
contemporánea. Josefina Ludmer se explaya sobre ese cambio: “Ya rige un desinterés por la autoría como
horizonte de coherencia conceptual, y también existen
experiencias de autorías colectivas como la de Wikipedia, Wu
Ming, y las novelas colaborativas de los blogs”
[
Ludmer 2012]. Con el ascenso de esas tendencias, se vuelve cada vez más
difícil definir el lugar del autor. Al mismo tiempo, la escritura en
línea tiene un componente estético, como indican los 140 caracteres de
la imagen de tapa de
Tierra Adentro. La
ciberpoética salta del texto a la pantalla y viceversa: algunos
escritores, como Claudia Apablaza, hacen referencia a Twitter; otros,
como Isabela Figueiredo, componen su obra en forma de tweets. En ese
sentido, las nuevas formas y estilísticas de la web no están confinadas
al espacio digital, sino que operan en conversación con el mundo
analógico. Me dedicaré ahora a
Elboomeran(g), una colección de blogs literarios cuya
profusión de artículos para el análisis colectivo y profundidad
cronológica permiten un valioso metanálisis.
II. Elboomeran(g): “El blog literario
latinoamericano”
El nombre del sitio
Elboomeran(g) es
evocativo, no solo porque recuerda el vital período del boom de la
literatura latinoamericana, sino también porque encuentra un sentido
cíclico en la imagen del bumerán, lo que invita a los lectores a ver la
blogósfera como un ámbito fluido en el que uno entra, se va y regresa.
El sitio es una colección rotativa de blogs, crítica literaria y
cultural, y reseñas de libros, además de una librería con enlaces
directos a editoriales y periódicos, en línea desde 2005. En la
actualidad, es la más nutrida plataforma de blogs literarios en español
que hay en la web. Hay que señalar que está en manos de
El País, lo cual permite analizar los ámbitos
virtuales como transnacionales, por un lado, y también como terrenos
disputados y políticos, por el otro, en los que con frecuencia se
reproducen las tendencias literarias del mundo no virtual. La
publicación de autores latinoamericanos depende en gran medida de
conglomerados editoriales internacionales como Alfaguara (propiedad del
grupo Penguin Random House desde 2013), Santillana y Planeta, todos los
cuales tienen su casa matriz en España. La misma consolidación económica
puede verse en línea, dado que los medios españoles también controlan
muchas avenidas de escritura sobre literatura latinoamericana. Así, si
bien el blog en sí mismo pertenece a un periódico español, sostengo que
su contenido está guiado por escritores latinoamericanos. A modo de
reflejo de la inestabilidad asociada con las esferas digitales, la sede
física de
El País y su blog literario
Elboomeran(g) están en Madrid, aunque
la dirección de IP del blog está en Barcelona. Si bien la mayoría de los
blogueros son escritores de ficción — entre ellos Jorge Volpi, un
prominente escritor mexicano contemporáneo, y Patricio Pron, un joven
autor argentino que tiene el blog más popular del sitio — otros son
periodistas, profesores, ensayistas y críticos
[8]. Ese perfil variado responde al lugar
cambiante de los escritores en la esfera pública, una idea reforzada por
su presencia en las redes sociales. Es interesante destacar que muchos
de los blogueros escriben no solo para
Elboomeran(g) sino también para blogs personales,
regionales y nacionales, muchos de los cuales pertenecen a grandes
periódicos como
La Nación y
El Litoral (Argentina),
Reforma (México) y
El Mercurio
(Chile).
El panorama se complejiza cuando se examinan algunas de las tendencias
del tráfico de
Elboomeran(g). La mayoria de
los lectores del sitio proviene de una variedad de países hispanos que
va mucho más allá de España
[9]. El tráfico de datos de
Elboomeran(g) refleja un público hispano que
conforma una geografía lingüística o un “territorio de la
lengua” que atraviesa fronteras. A fin de comprender la
importancia de esa progresión, se consideran antes que nada los choques
entre globalización, transnacionalismo e inglés. En su importante ensayo
titulado con un interrogante, “Anglo-Globalism?”, Jonathan Arac observa:
La globalización pluraliza: abre toda cultura
local, nacional o regional a otras y, de ese modo, produce
“muchos mundos”. Sin embargo, esos muchos
mundos solo pueden conocerse haciendo uso de un medio singular:
así como el dólar es el medio del comercio global, el inglés es
el medio de la cultura global, y produce “un
mundo”.
[Arac 2002, 35]
En la web, se ven tendencias que ponen en tela de juicio esa
afirmación con vigorosas comunidades de otras lenguas que surgen y se
imponen. Aún está por verse en qué medida pueden desarrollarse como
comunidades transnacionales imaginadas capaces de contrarrestar el vasto
contenido en inglés que hay en la web. Sin embargo, es innegable que el
público internacional de
Elboomeran(g) no
recurre a fuentes en inglés para interactuar en línea ni depende de
periódicos ni editoriales analógicos regionales ni nacionales como
fuente principal de obra y crítica literaria. Por el contrario, recurre
cada vez más a la web para conectarse con contenido en su idioma al otro
lado de las fronteras nacionales. Esa noción responde a la idea de una
comunidad panhispánica, muy enraizada en la política lingüística. En los
últimos años, la Real Academia Española (RAE) ha insistido mucho en una
lengua unificada entre los muchos países alcanzados por sus políticas,
por considerar esa inclusión vital para la proliferación y el futuro de
la lengua española como actor global. Víctor García de la Concha (que
presidió la RAE entre 1998 y 2010) afirmó que “nuestra riqueza es América Latina, y la
política lingüística debe ser panhispánica”
[
Otero 2004]. Eso evoca también un deseo neocolonial de España, quizá, de
recuperar su estatus de potencia mundial. A juzgar por su subtítulo
original, “el blog literario latinoamericano”, está
claro que ya en 2005
Elboomeran(g) se
proponía encabezar su colección con literatura latinoamericana, y no
española. Podemos comprender mejor la relación cambiante del sitio con
Latinoamérica, temáticamente y a nivel de los lectores y escritores, si
observamos la transformación del blog utilizando herramientas de archivo
en línea.
Puesto que la ficción latinoamericana contemporánea se ha vuelto cada vez
más transdisciplinaria, se sostiene en el presente trabajo que el
espacio de los blogs es tierra fértil para el análisis literario y nos
ayuda a ampliar el concepto mismo de lo literario. Elboomeran(g) incluye ficción y no ficción — desde poemas y
cuentos cortos hasta capítulos enteros de libros en el caso de Patricio
Pron — además de comentario literario. Hay diferencias en el contenido que
generan sus veinte blogueros: los escritores más jóvenes, por ejemplo,
publican mucha más ficción inédita que sus pares de más edad. También
hay cuestiones en torno a los derechos de autor, la privacidad, y los
criterios de lo que está listo para publicarse que suelen reflejar
brechas generacionales. Del mismo modo, no todos los blogueros dejan
habilitada la función de publicar comentarios: algunos prefieren no
hacerlo. Al adentrarse en la web, se hace cada vez más evidente que se
trata de un espacio navegado y percibido de manera heterogénea, y se
dejan entrever incongruencias y tensiones.
En 2005, cuando se inició
Elboomeran(g), su
subtítulo era “El blog literario latinoamericano”, a
pesar de no contar con ningún bloguero de ese origen (Ilustración
2).
[10] Si se rastrean las
transformaciones ocurridas en el blog entre 2005 y 2016, los lectores
pueden advertir que el sitio cambió junto con la web. Aunque mantiene su
estética elegante, nuevos medios han transformado su contenido con
video,
feeds RSS, función de búsqueda interna y enlaces
integrados
[11] (Ilustración 3). También hay un cambio en el
subtítulo: ya no es “El blog literario
latinoamericano” sino “blog literario en
español”, una diferencia curiosa dada la
internacionalización de los blogueros, que pasaron de ser exclusivamente
españoles a conformar una amalgama de españoles y latinoamericanos.
Varios autores, entre ellos Patricio Pron, integran el contenido de su
cuenta personal de Twitter e invitaciones a suscribirse a RSS y a
compartir contenido en redes sociales al final de cada entrada. En su
contenido de Twitter, Pron incluye también sus
re-tweets, y
las referencias que se hacen a él por medio del uso de @patricio_pron.
De esa forma, su contenido se vuelve interactivo en lugar de estático,
reflejo de los modos dinámicos en que los escritores entablan una
relación con el público, en la que el lugar del autor es el de alguien
accesible y presente, que está apenas a un
tweet de
distancia. Pron y otros escritores se abocan a un proceso interactivo de
multidifusión, es decir, el uso de un canal de medios para llegar a una
gran cantidad de lectores. Eso conecta comunidades en línea tanto
externas como internas, que se encuentran en diversos planos. La
posibilidad de rastrear esa interacción por medio de
re-tweets hace del ámbito en línea un terreno rico para
comprender al público del siglo XXI.
El análisis web permite ir más allá del obvio carácter internacional de
la web y desafía al observador a sumergirse en tendencias nacionales,
regionales, locales e individuales. Un modo de estudiar el tráfico
consiste en examinar los más de 1300 enlaces que apuntan a
Elboomeran(g) desde otros sitios. Al mapear
los enlaces entrantes, se observa que el tráfico se concentra en Estados
Unidos, el Cono Sur y Europa, aunque los hay desde tan lejos como Hong
Kong
[12]. El único límite para la capacidad de hacer zoom
en las fuentes de tráfico son las herramientas de análisis web. La web
hace honor a su reputación transnacional cuando el tráfico es denso; sin
embargo, parece que son las geografías de habla hispana más que un
arbitrario espacio web global las que guían a los lectores al sitio. El
análisis también aborda aspectos individuales del público, que los
motores de búsqueda recogen cuando los lectores están en sesión.
Utilizando de nuevo los datos de Alexa.com, se puede observar que los
visitantes de
Elboomeran(g) son bastante
jóvenes, de entre 25 y 44 años en promedio, con estudios, y mujeres en
su mayoría (Ilustración 4). El histórico lazo entre “lo
literario” y los lectores de élite viene al pensamiento de
inmediato. Eso nos plantea una contradicción, puesto que tantos han
defendido la web transnacional por tener pocas barreras de entrada y
contenido de fácil acceso. Pero la accesibilidad no afecta el hecho de
que el interés en los blogs literarios está vinculado a un estatus
socioeconómico. Los datos demográficos cuentan otra historia, pues
muestran que los espacios virtuales reproducen muchos de los mismos
patrones del público analógico. Si bien el acceso a Internet se está
convirtiendo en una característica elemental de la vida moderna, no todo
el contenido recibe el mismo trato. Las tendencias del público femenino
también reflejan el mundo analógico, y siguen señalando a las mujeres
como las que más consumen ficción. Sin embargo, la escasez de blogueras
en esta gran colección nos devuelve a la idea de que la web podrá ser
accesible, pero no siempre es el terreno más democratizador en materia
de espacio y género.
III. El análisis textual al servicio de la poética
Al pasar del tráfico al análisis del texto, el entramado se vuelve más
denso. En esta sección, se trabaja con una tajada histórica de las
entradas de
Elboomeran(g) de entre 2005 y
2014. En esa década, este corpus incluye 8206 entradas escritas por 20
blogueros.
[13] Como humanistas digitales interesados en la
literatura, entendemos que, cuanto más rico el conjunto de textos, mayor
es la plataforma para la exploración.
Elboomeran(g) es complejo por la cantidad de entradas
publicadas con el paso del tiempo y también por la cantidad de
blogueros, sin par en la web (Ilustración 5).
Si se toman las entradas como agregado cronológico y se desglosan por
nacionalidad, se ve que más de la mitad de la colección proviene de
blogueros españoles (Ilustración 5). Ese dato es particularmente
intrigante en correlación con las cinco búsquedas principales del sitio
en Google
[14]. Lógicamente,
“Boomeran” es la primera palabra clave, mientras
que las cuatro restantes son elocuentes acerca de la naturaleza del blog
en su estado actual. Son cuatro nombres relacionados con autores
latinoamericanos de ficción: Patricio Pron (y su apellido a secas,
“Pron”), Jorge Volpi, y Edmundo Paz Soldán. Esas
son las palabras que atraen más tráfico en el período estudiado,
a
la vez que su contenido como proporción del sitio es
relativamente bajo. Si bien, por lo demás, las palabras de búsqueda son
dispares, está claro que una porción considerable de visitantes llega al
sitio en busca de contenidos de escritores latinoamericanos de ficción.
Puesto que la colección de blogs es propiedad de
El
País de España, eso resulta llamativo. Parecería que el
periódico español está relativamente desconectado del tráfico y el
contenido del sitio, a pesar de que la mayoría de sus blogueros son de
esa nacionalidad, indicio de tendencias hacia una escritura literaria en
línea posnacional o desnacionalizada, y el contenido de blogueros
latinoamericanos está a la cabeza de la escritura en español. Daría la
impresión de que la idea de una comunidad panhispánica ha penetrado
también el espacio en línea, en consonancia con lo que ocurre en la
industria editorial analógica.
Si comparamos la nacionalidad y la cantidad de entradas a lo largo del
tiempo, lo que vemos es que el sitio creció desde 2005 al tiempo que se
internacionalizó, lo que quizá explique parte de los patrones de tráfico
(Ilustración 6). Analizar las entradas por nacionalidad nos permite
comprender algunos de los cambios que sufrieron los blogs literarios en
esta década. Los primeros dos años están ocupados íntegramente por
blogueros españoles — volcados, no obstante, a escribir sobre literatura
latinoamericana — hasta que el blog atravesó una expansión en 2008,
seguida de una ola de internacionalización de sus escritores-blogueros.
También es interesante cómo interactúan los blogueros con los lectores
por medio de comentarios. Contados por nacionalidad, los comentarios se
incrementaron y estabilizaron en alrededor de 700 por entrada a partir
de 2012, y los lectores interactúan con un conjunto de blogueros cada
vez más diverso (Ilustración 7). Los comentarios son parte vital de la
historia de la escritura en blogs como práctica colectiva entre lector y
escritor, como propone Benkler: “Mantener los comentarios es útil para el grupo:
como fuente de experiencia sobre las personas o parte de la
memoria colectiva del conjunto”
[
Benkler 2006]. La investigación literaria digital suele cuestionar la utilidad
de esos comentarios. Si bien lo que más me interesa es la cantidad de
comentarios como reflejo de una interacción agregada, los comentarios
hablan del carácter colectivo de la escritura en blogs, más allá de la
influencia que puedan ejercer (en contraste con la ficción colaborativa
en línea). Se plantea en este trabajo, que los comentarios forman parte
de la huella digital de cada entrada, lo que nos devuelve a la idea de
la web como ruina, que plasma los sentimientos de los lectores de un
modo que puede documentarse y analizarse. Curiosamente, el conteo de
comentarios en
Elboomeran(g) alcanzó un
pico en 2008, cuando los blogs literarios estaban en un momento
culminante en todo el mundo. En efecto, el espacio digital de la
escritura en español está cada vez más enraizado en las redes
globales.
IV. Del agregado a lo individual: Patricio Pron
Abordar los blogs como corpus nos permite capitalizar más de 8000
entradas y 100 000 palabras únicas a lo largo de los diez años de
historia del sitio. Antes de explorar patrones textuales generales, se
comenzará por poner de relieve el aporte de Patricio Pron a la
colección. He elegido a Pron para un análisis detallado porque resulta
uno de los escritores más llamativos de la colección según las palabras
claves al sitio y su tráfico más reciente. Patricio Pron es un escritor
argentino, nacido en 1975 en Rosario, doctorado en filología en
Göttingen, Alemania. Actualmente vive en Madrid y escribe para varios
diarios y publicaciones literarias nacionales e internacionales, en
línea y en papel.
[15] Pron alterna
entre distintos géneros literarios: ha publicado colecciones de cuentos
cortos, novelas, ensayos y crítica literaria. Una de sus obras más
recientes es
El libro tachado: prácticas de la
negación del silencio (2014), un estudio biográfico de un
espectro global de autores. Pron empezó a escribir para
Elboomeran(g) en febrero de 2010 y, desde
entonces, ha escrito más de seiscientas entradas, entre las que se
cuentan artículos suyos publicados previamente en otros medios, como
El País, y ficción de su autoría. En su
blog, el autor reflexiona sobre muchos de los mismos temas que comenta
en ediciones impresas: por ejemplo, el arte de escribir y de leer, y el
estado de la crítica literaria, al tiempo que habla sobre diversos
escritores latinoamericanos e internacionales. Algunos temas recurrentes
son la identidad nacional, la migración, la vida en el extranjero y su
conflictiva relación con Argentina. En una entrada titulada “La idea de un país”, de mayo de 2011, Pron
escribe:
Nací en un país que se dirigía
irremisiblemente hacia un golpe de Estado y crecí bajo una dictadura
militar. Que ese país, o sus instituciones, estuvieran en guerra
contra mis padres y los otros integrantes de su generación por
defender estos una idea de mayor justicia para todos, de soberanía
política y de independencia económica, tiene poca importancia aquí,
aunque quizás también sirva para explicar cuál es mi punto de vista
sobre este tema.
Al igual que muchos jóvenes argentinos de
su generación, Pron expresa un desencanto político en este y otros
escritos, punto de vista que advierte de la estética desnacionalizada
que prevalece en su obra. Más que una negación o un rechazo de su
argentinidad, observamos un cuestionamiento y una postura crítica. Más
adelante en esa misma entrada, se refiere a la autonomía política
catalana en la víspera de una elección por la soberanía estatal en
España. Aunque no se opone a la independencia, Pron detalla su
escepticismo sobre la condición de Estado en general y aboga por tener
“menos países en vez de tener más”.
En una entrada de Agosto de 2014, “Un país
excesivo”, Pron aborda el perfil elusivo y hasta mítico de la
patria describiendo cómicamente a los ciudadanos argentinos como una
raza mítica que entra a las librerías con la esperanza de hallar un
“mapamundi de Argentina, y nunca lo encontramos”. El autor
reflexiona sobre el desproporcionado nacionalismo argentino, que
relaciona con una autoestima exagerada. En consonancia con su aversión a
la idea de nación, Pron suele observar la tensión que se genera entre
las editoriales locales y regionales cuando compiten contra sus pares
transnacionales (en su mayoría, españolas). Sus reflexiones son
reveladoras en tanto llaman la atención sobre algunas de las cuestiones
más generales que hay en juego en el transnacionalismo. En una entrada
particularmente perspicaz, titulada “Edición y
moral”, observa:
En Chile, entre la
minoría que se ocupa de estas cosas, se ha extendido, y con
virulencia, el discurso contra ‘las transnacionales’ del libro, las
que serían las responsables de todo mal, mientras que las
editoriales ‘independientes’ gozan de una predisposición positiva,
insisto, entre la minoría que se ocupa de estas cosas, que sin mayor
reflexión tiende a conferirles en bloque un estatus moralmente
superior que no todas merecen.
Según Pron, la tensión entre
las pequeñas editoriales independientes y los grandes conglomerados ha
dado un giro innecesariamente moralista. En el blog, y en su obra en
general, el autor cuestiona esas normas y elige escribir para una
variedad de fuentes que exceden cualquier lugar determinado. Quizá más
que ningún otro escritor de la colección de blogs, Pron encarna la idea
de un escritor desterritorializado: hace de la lengua su territorio,
viaja mucho, escribe para diversos medios nacionales y vive en el
corazón de España. Esa fluidez se refleja también en los idiomas a los
que hace referencia, pues Pron incorpora obras en alemán e inglés que
comenta en español para atender las necesidades de sus lectores.
El análisis de puntos de referencia geográficos en un blog global que
abarca seiscientas entradas revela profundas complejidades. Si bien el
lugar al que más hace referencia Pron es Argentina (330 ocurrencias) la
palabra “país”, más general, aparece 302 veces, lo que quizá revele
una relación más amplia con ese concepto, no predeterminada por un
proyecto literario ni por un terreno específico, sino más bien una idea
móvil de país. También hay otras palabras que explican su blog: la
palabra “español” se usa 237 veces, ya sea para referirse al idioma
o como adjetivo o sustantivo gentilicio. En cuanto a lugares más
específicos, Pron cita a Madrid más que a ninguna otra ciudad: aparece
150 veces en los cuatro años de historia del blog. No es de extrañarse,
puesto que el autor reside en Madrid y escribe para varios canales de
noticias españoles. París es la segunda ciudad más citada, con 116
menciones, solo detrás de Chile, con 120. Así podemos empezar a
construir una representación especial, que eclipsa a Argentina, España y
aun a Latinoamérica.
Si observamos la frecuencia de mención en una visualización circular
similar a la de más arriba, la escritura de Pron pinta un cuadro
interesante (Ilustración 8). Las palabras “literatura” y
“obra” son las más mencionadas: 1163 y 1110 veces
respectivamente. De hecho, la no especificidad y el carácter universal
de los sustantivos principales es lo que llama la atención; los
sustantivos que más aparecen son “obra”, “libro”,
“escritor”, “vida” y “años”. Si bien la prominencia
de esas palabras puede parecer un tanto obvia dada la naturaleza del
blog, al compararlas con el análisis agregado de la siguiente sección,
se destaca su frecuencia similar, lo que traza una imagen algo
descentralizada. En rigor, no parece haber tema bajo el gran paraguas de
la literatura, sino más bien una corriente subterránea de intereses
literarios comunes que guían la escritura de Pron.
V. Ampliando la mirada: Análisis de texto agregado
Si en lugar de una visualización de seiscientas entradas se toma una de
más de ocho mil, lo que se obtiene es una vista panorámica de
Elboomeran(g). La apertura de la visualización
para incluir a veinte blogueros revela la poética de la escritura
digital literaria de la colección, mucho más allá de las tendencias
individuales y nacionales. Se propone en este trabajo, que esa
visualización nos ayuda a comprender mejor un componente del
transnacionalismo, dada la creciente importancia de las comunidades de
escritura digital en el mundo hispanoparlante. En lugar de analizar
únicamente la nacionalidad de los autores del blog, se sugiere que el
espacio digital puede entenderse de manera abarcadora como su propio
espacio en el que los escritores se unen sobre la base de intereses,
idiomas, experiencias o profesiones comunes, que no se correlacionan con
la composición nacional de las entradas en su conjunto. Si se aislan
algunos de los sustantivos y adjetivos principales, se nota que este
grupo de blogueros está ocupado con discusiones sobre el mundo.
[16]
La palabra “mundo” aparece más de seis mil veces en los diez años
de vida del sitio, y es el sustantivo más frecuente (Ilustración 9).
A pesar de las nacionalidades diversas de los blogueros — entre ellas la
argentina, la boliviana, la chilena, la mexicana, la nicaragüense, la
peruana y la española (para no mencionar los casos de autores que
escriben como expatriados, viajantes o nativos) — ningún punto de
referencia nacional determinado surge en este conjunto, una atractiva
visualización del espacio y las fronteras. Eso no significa que los
escritores no aborden su experiencia local, nacional o regional, como
vimos en el caso de Patricio Pron, que suele escribir más que nada sobre
Argentina. Pero sí es un indicio de que, colectivamente, escriben con
más frecuencia sobre el mundo que sobre ningún país en particular. Si
los escritores-blogueros están más abocados al mundo a causa del medio
transnacional que se les ofrece en el terreno digital o de motivos menos
evidentes aún está por desentrañar. Tampoco queda claro qué direcciones
toma la palabra “mundo”; los autores ciertamente se refieren al
mundo como algo más que una ubicación geográfica, y como un lugar de
experiencia humana colectiva en el que entran en contacto con otros, o,
para tomar la idea prestada de Heidegger, el mundo “significa la accesibilidad de los seres como
tales, más que los seres en sí mismos”
[
Heidegger 1995].
[17] Ese retorno a lo colectivo también invita a la
reflexión, a pesar de no condecirse con el transnacionalismo ni las
geografías universales. Naturalmente, el mundo también puede estar
relacionado con títulos de libros, diarios, revistas, etc. Pero, más
allá de sus desviaciones, se trata de un hallazgo estimulante para el
análisis de la escritura digital.
También tienen prevalencia otras palabras espaciales, como
“territorio”, “tierra” y “espacio”. Los adjetivos
“nacional” e “internacional” aparecen alrededor de 1000
veces, y la primera supera a la segunda por apenas 27 ocurrencias. Dada
la constante prominencia de la idea de nación en el imaginario global,
esa frecuencia tan similar es provocativa. ¿Cómo cambiará esa tendencia
en los próximos cinco años? En 2020, ¿seguirá el adjetivo
“nacional” a la cabeza por un margen estrecho? Curiosamente,
esas palabras se ven seguidas de cerca por “global”, con poco más
de 900 menciones, lo que reitera el foco en el mundo. Otras palabras que
nos llaman la atención son “historia”, “memoria” y
“origen”. También se destacan palabras como “futuro” y
“consecuencias”, que hablan de una preocupación con el tiempo,
la tercera palabra más popular en el blog, solo a la zaga de
“mundo” y “vida”. “Poder”, “lenguaje”,
“experiencia” y “cultura” — conceptos huidizos en el siglo
XXI y en primera fila de nuestro trabajo sobre transnacionalismo —
también se mencionan numerosas veces. La cantidad de dicotomías que se
hacen presentes reflejan algunas de las tensiones de la vida
contemporánea, como el contraste entre lo nacional y lo internacional o
global.
Las vías que plantea este conjunto de textos para nuevas investigaciones
son incalculables. Sería interesante mapear frecuencias en distintas
geografías, pero, hasta ahora, no existen léxicos geográficos
exhaustivos en español ni en portugués. Será la función de los
humanistas digitales interesados en la literatura crearlos. Para llevar
la cuestión aún más lejos, podrían redactarse diccionarios regionales a
fin de hurgar más hondo en la experiencia local. Pueden realizarse
varias comparaciones entre blogueros a lo largo del tiempo, una
perspectiva particularmente atractiva si se compara por nacionalidad,
edad del bloguero o ubicación geográfica. Dada la internacionalización
de los blogueros de Elboomeran(g), me
resulta sugestiva la idea de visualizaciones que aborden el contenido en
relación con esa transformación. Eso podría hacerse por año y entre
blogueros. Volviendo a los comentarios, es de particular interés
efectuar análisis de opiniones o emplear bancos específicos de palabras
para medir el tono de la interacción de los lectores en el sitio o en
las redes sociales en general. Aunque, más allá de los números, este
vasto conjunto de comentarios excede el alcance de este artículo, se
considera importante conocer las opiniones de los lectores porque
ayudará a comprender el lugar cambiante de la lectura y la escritura en
el siglo XXI. Dada la prominencia de los blogs nacionales, regionales y
personales, el panorama del contenido en línea y el transnacionalismo se
vería enriquecido si comparáramos sus poéticas y tendencias de
escritura. Lo que queda claro en esta somera exploración es que la
capacidad de abordar los textos está limitada únicamente por la
imaginación, las herramientas y los parámetros de los proyectos.
VI. Los ámbitos virtuales como espacios extranacionales
Por último, quisiera volver a la idea de la web como espacio nacional
disputado y considerar qué implica esto para el futuro de la escritura
digital y el transnacionalismo literario. Como se vió en el análisis de
los blogs, Internet ofrece un territorio expandido para la interacción
global sobre literatura latinoamericana y se ha internacionalizado cada
vez más en contenido y canales. Sin embargo, existen métodos
considerablemente eficaces de controlar la web de acuerdo con las
necesidades nacionales, como se observó en ambos blogs. En el pie de
página de Elboomeran(g) hay un enlace a un
documento jurídico que supedita todo su contenido a la ley española
(Ilustración 10).
Aquí, la importancia del lugar pasa al frente de inmediato. La primera
cláusula estipula: “La entidad titular de esta página web es:
FUNDACIÓN SANTILLANA, con domicilio en calle Gran Vía, 32, 28013
Madrid, con número de CIF: B-28/983500, inscrita en el Registro
Mercantil de Madrid al tomo 485 general, 458 de la Sección 3ª del
Libro de Sociedades, folio 36, Hoja número 64.401, inscripción 1ª.
Correo electrónico de contacto: blog@elboomeran.com”. No solo se
tiene una coordenada exacta, una dirección postal, una ciudad y el lugar
de registro en el sistema jurídico español; también existe una dirección
de correo electrónico a la que enviar consultas. Todos esos indicadores
de lugar son importantes en tanto sirven para anclar contenido fácil de
copiar y pegar en el mundo digital, contenido que puede ser compartido
como no puede serlo el libro material. Ese aviso jurídico no solo
sugiere propiedad: traza una línea en la arena. Lo que suscita una
sonrisa de la dirección de correo electrónico como lugar de consulta es
su naturaleza resbaladiza; el correo electrónico existe tanto en el
terreno virtual como en un servidor, en este caso no en Madrid sino en
Barcelona. No dejar una dirección digital puede parecer descuidado, en
especial en vista del medio del que se trata. Trasladarse a la calle
Gran Vía parece poco probable para los usuarios de todo el mundo que
acceden a través de la web. En efecto, la web está marcada tanto por la
acción como por la inacción, lo que refuerza su dimensión espacial. En
última instancia, el estado del sitio habla del modo en que una
editorial puede afectar los patrones de tráfico. Los sitios pueden estar
en un estado de deterioro, lo que ilumina, en parte, la conexión entre
la industria editorial, la circulación literaria y el contenido web.
Durante la década de 1990, se propagó la opinión de que Internet podría
proporcionar un paisaje en el que las políticas nacionales eran no solo
innecesarias sino también injustas, y de que la web debía ser abierta,
colectiva y transnacional. En efecto, a eso se refiere Appadurai en el
epitafio cuando comenta la noción de un
tecnopaisaje
[
Appadurai 1996]. El fervor que infundían las
posibilidades de la web se encarnaba en una idea acuñada por Morozov,
denominada “ciberutopismo”, es decir, la noción de que en línea
existía un nuevo tipo de utopía, un espacio posnacional
[18]. No obstante, desde la década de 1990, se ha
aprendido mucho sobre las limitaciones de la web en su carácter de libre
y democrática. Se ha notado que las grandes corporaciones y los
gobiernos controlan la velocidad y el contenido, y el modo en que los
usuarios interactúan con él, lo que pone en tela de juicio la
neutralidad neta y la idea de que todo tráfico en la web debe
considerarse igual. Un aspecto que suele soslayarse es que Internet
depende considerablemente del mundo físico: los servidores, los cables
subterráneos de telecomunicaciones, etc., todos los cuales están atados
a las realidades geopolíticas de los Estados nación. La especialista en
Internet Merlyna Lim discute la falsa ilusión que rodea a la web global
afirmando que, en todo caso, se ha vuelto más local que antes: “Internet no es verdaderamente global ni
verdaderamente nacional: está en el medio. Siempre fue así, y la
idea de que Internet es totalmente global es una ilusión.
¿Comunidades globales? Nunca las hubo. Internet se ha vuelto más
local en muchísimos aspectos”
[
Holpuch 2015]. Si bien eso puede ser cierto en lo que respecta a la seguridad
en línea, los
firewalls y la infraestructura, se argumenta
en el presente trabajo que la web opera en muchos planos y es nacional y
local al mismo tiempo, e inequívocamente transnacional en su alcance.
Más aún, la existencia de comunidades imaginadas en línea, como se
analiza aquí, más allá de su influencia política, puede verse en
usuarios que se unen en torno a una lengua o intereses comunes.
VII. Conclusión
A pesar de su carácter disputado, o tal vez precisamente a causa de él,
los espacios virtuales demuestran que la idea de nación se mantiene
vigente en el espacio digital. Se afirma aquí que, más que servir como
reemplazo o rechazo de la nación, la web permite a los lectores ampliar
su visión de las fronteras, los sujetos nacionales y la pertenencia
nacional. Lo que se evidencia al alejarnos de la literatura que emplea
entornos o protagonistas nacionales, contrastada con las ficciones
fundacionales de consolidación nacional (descritas por Doris Sommer) del
siglo XIX, es que la división misma entre nacional y transnacional es
precaria y, en ocasiones, injustificada [
Sommer 1991].
Como ocurre con cualquier texto de ficción, la escritura literaria en
línea nos desafía a definir qué es la nacionalidad y qué significa en el
siglo XXI. Además del perfil transnacional de Patricio Pron, vemos casos
como los de Edmundo Paz Soldán, un boliviano doctorado en Berkeley que
vive en Ithaca, Nueva York. Ubicar la nacionalidad entre las
características de la autoría es casi tan escurridizo como ubicarla en
una dirección de IP, porque no es más que un indicador entre muchos
otros. Dicho esto, el análisis web nos permite percibir los espacios
virtuales con mayor profundidad y nos ayuda a comprender el territorio
de la lengua en el que las cosas convergen y se cruzan, al tiempo que
proporciona información geográfica a nivel nacional, regional y
local.
Con la creciente capacidad de la tecnología de satisfacer las demandas
del multilingüismo y de ofrecer plug-ins para permitir la
escritura de caracteres especiales, nos vemos en condiciones de superar
la “intraducibilidad” de grandes volúmenes de contenido web extranjero
sosteniendo su idioma original. Eso permite evitar la naturaleza ambigua
de la traducción y las barreras lingüísticas inherentes en los textos
extranjeros. En lugar de fusionar textos digitales en español con el
depósito de literatura global convirtiéndolos al inglés, lo cual resulta
particularmente tentador dada la posibilidad de emprender traducciones a
gran escala con herramientas como Google Translate, nuevas herramientas
de análisis textual para lenguas específicas permiten el análisis del
idioma original. Si bien muchas de esas tecnologías recién empiezan a
desarrollarse, se acepta cada vez más que el software lingüístico que
distingue entre mayúsculas y minúsculas es invaluable. Si bien esto
puede suceder por motivos que tienen más que ver con la macroeconomía
que con los estudios literarios, nuestra disciplina se ve inmensamente
beneficiada con estos cambios. El análisis de textos con parámetros más
sutiles como nacionalidad, región y género amplía la capacidad de
preservar lo intraducible cultural para no suponer una aplicabilidad
nacional ni universal.
Volviendo a la idea de lecturas distantes, también es de vital
importancia considerar la diferencia regional y nacional. Si bien hace
ya tiempo que la narratología examina textos desde una perspectiva
agregada, los avances tecnológicos recientes, sobre todo en línea,
permite el análisis de textos con más rapidez y agilidad. Franco Moretti
dijo hace poco: “En los últimos años, los estudios literarios
experimentaron lo que podríamos llamar el surgimiento de la
evidencia cuantitativa. Por supuesto que eso ya había pasado
antes, sin producir efectos duraderos, pero es probable que esta
vez sea distinto, porque esta vez tenemos bases de datos
digitales y recuperación automática de datos”
[
Moretti 2005]. En este análisis, se crearon dos visualizaciones en función de
la frecuencia de las menciones para analizar contenidos de blogs de
distintas magnitudes. El carácter digital del contenido de la web hace
tentadores los macro y microanálisis. Sin embargo, en lugar de ver ambos
enfoques en mutua oposición, se sostiene que pueden funcionar en tándem,
enriquecerse entre sí y permitir diversos niveles de especificidad. En
las visualizaciones de frecuencia no se debe suponer que se habla un
solo español en todo el continente americano, mucho menos en todo el
mundo panhispánico. Al emprender lecturas distantes, hay que reconocer
sus limitaciones antes de comenzar, y ver los gráficos que surgen de
grandes cantidades de texto como un trampolín más que como una
explicación genérica para una pregunta estética o temática determinada.
Esas limitaciones han llevado a muchos teóricos de la literatura
comparada y mundial no solo a cuestionar la combinación de lecturas
cercanas y distantes, sino también a considerarlas inherentemente
discordantes. Ya en 2001, Lev Manovich llamó a esos dos métodos “enemigos naturales”
[
Manovich 2001]. Ese temor se hace sentir tanto de arriba hacia abajo (de
distante a cercano) como de abajo hacia arriba (de cercano a distante);
Wilkins, por ejemplo, declaró que este nuevo acto de lectura nos hará “peores lectores cercanos”
[
Gold 2012, 256]. Se discutiría ese argumento un poco y se afirmaría que la mera
empresa de un macroanálisis no borra ni socava nuestra relación íntima
con un texto determinado. En cualquier abordaje integral, deben
inspeccionarse ambos modos de lectura.
Uno de los aspectos más atractivos del análisis agregado es que se puede
explorar más que explicar las tendencias textuales. En lugar de utilizar
visualizaciones para clarificar o justificar lo que ya se sabe acerca
del transnacionalismo, se les debe hacer preguntas a nuestros datos,
textos y gráficos. Por ejemplo, la palabra “mundo” de Elboomeran(g) podría descomponerse en una
serie de instancias en lugar de verse como una masa de texto, lo que nos
permitiría volver a pasajes determinados (lecturas cercanas) para
desarrollar e investigar esos temas. El análisis de texto a gran escala
saca a la luz cosas que de otro modo quedarían ocultas o invisibles. Eso
se debe a que no hay otro modo de ver esas tendencias que empleando
herramientas de análisis a gran escala, puesto que el cuerpo humano nos
limita a una sola lectura. La idea de relevancia textual es importante a
la hora de elegir no solo qué pertenece al canon sino también qué tiene
valor literario en un mundo cada vez más digital (y más abierto a textos
digitales). Que podamos incluir una gran variedad de textos en un
análisis a gran escala no significa necesariamente que convenga hacerlo.
No todos los textos pueden ni deben considerarse iguales, más allá de lo
accesibles que sean para incorporarlos en nuestras herramientas. En el
progreso en las humanidades digitales, se debe desarrollar criterios que
permitan distinguir los análisis textuales a gran escala valiosos para
los estudios literarios.
Dada la dificultad de plasmar una estética literaria de manera
sistemática sin sacrificar profundidad ni amplitud, la lectura distante
ofrece una gran oportunidad para el transnacionalismo. A pesar de las
muchas ventajas de la lectura cercana, la lectura distante abre una
magnitud con la que es difícil compararse. Más grande no siempre es
mejor, pero en materia de uso de la lengua y comprensión del espacio,
inquietudes centrales de este trabajo, esa escala es invaluable. El
análisis de textos es mucho más que un conteo de frecuencias. Se puede
buscar cualquier palabra/tema en un vasto depósito y luego concentrarnos
en ella. Se puede observar cómo funcionan juntas palabras y frases
empleando el análisis semántico, volviendo al contexto de esas palabras
y frases. En mi análisis de Patricio Pron, se buscaron palabras como
“nación” y “transnacional” para extraer ejemplos de su
blog, y encontrarlas permitió hacer lecturas cercanas de esos pasajes.
Además, cuando se trata de entradas de blogs, es posible distinguir los
escritos de acuerdo con la hora en la que fueron subidos, una variable
fascinante si se tiene en cuenta el elemento del tiempo. ¿Sobre qué
escriben los escritores en sus blogs, cuándo y desde dónde? Con la
difusión de la tecnología de posicionamiento global (GPS), hasta
podríamos estar en condiciones de determinar la ubicación de los
escritores y mapear su producción sobre la base de esas coordenadas, aun
en tiempo real. La cuestión de la muerte del autor cobrará nuevos
sentidos a medida que tomemos decisiones como lectores sobre el modo de
examinar literatura separada del proceso del escritor. Sin embargo,
algunas elecciones subjetivas siguen en manos del autor en el mundo
digital, como se vió con la posibilidad de inhabilitar la función de
comentario en los blogs. Aun así, dadas las ramificaciones que tiene la
tecnología en la escritura, bien vale ese análisis.
También se puede buscar referencias geográficas, analizar referencias a
otras obras u otros autores, y hacer redes intertextuales visibles; se
puede examinar referencias sobre la base de nombres propios, analizar
cómo cambió con el paso del tiempo el lenguaje literario en español y en
portugués, y abordar mejor cuestiones de género y disciplina. Además de
los blogs, cada vez se digitalizan más novelas, poesías y cuentos cortos
de diversas maneras, quizá más que nada en Google Books y Amazon. Con
esa digitalización, avanza también la capacidad colectiva de investigar
la poética del espacio en la literatura latinoamericana contemporánea.
Todo esto nos ayudará a mapear coordenadas locales, regionales y
nacionales en textos ya escritos y futuros. No se pretende que las
actividades digitales vayan a reemplazar el acto íntimo de leer ni la
dedicación teórica, pero sería un acto de miopía desdeñar este nuevo
modo de abordar la literatura. En la era moderna, a todos nos incumbe el
ámbito virtual, ya sea por los archivos, los programas de mapeo, las
publicaciones en línea, los libros en línea o el propio uso de la web,
que ya lleva décadas conectando a investigadores con diversos
materiales.
Abstract
In this article, I study the collection of literary blogs in Spanish that
composes Elboomeran(g), a vast literary blog of more than ten years and
twenty bloggers. Employing both distant and close readings, I argue that
the content of the blogs reveals two important components of
transnational aesthetics: first, at the level of poetics, we continue to
observe textual tendencies that move away from the themes and spaces
associated with national experience, and the same softening of national
borders that is evident in contemporary Latin American writing. Second,
the online terrain forces us to question the relationship between space
and national belonging because it serves as an arena for post-national
reader engagement based on language territories. Both aspects are
central to furthering scholarship on digital writing and the way it
operates within the broader framework of trans-nationalism. In the
present work, I consider to what extent we can include virtual spaces as
a variants of extra-nationalism, given that they continue to be
contested on a national level.
Note on Translation
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basic understanding of its contents. In many cases, machine translation
may be helpful for those seeking more detailed access. While DHQ does
not typically have the resources to translate articles in full, we
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translating any article into another language, please contact us at
editors@digitalhumanities.org and we will be happy to work with you.
Notes
[1]
Todas las traducciones de citas académicas y referencias fueron
realizadas por la traductora argentina Carolina Friszman.
[2] Este estudio fue
realizado en enero de 2015 y todos sus datos corresponden a esta fecha.
[3] En este artículo se discutirá
la idea de una estética transnacional. Esta estética se define tanto al
nivel poético como al nivel temático. En la literatura contemporánea se
puede observar una flexibilidad y una abertura en el tratamiento
espacial de escenarios y protagonistas, marcadas por una preferencia a
lo global. Por ejemplo, se ha visto un aumento en la cantidad de
narrativas multi-territoriales, que transcurren en varios lugares, y
menos correlación entre el lugar de origen del autor y los escenarios de
su producción literaria. Hay varios estudios sobre este fenómeno en la
literatura latinoamericana contemporánea, entre ellos Beyond Bolaño (2015) de Héctor Hoyos, que
examina la representación de la globalización en la ficción
latinoamericana posterior a 1989, así como el reciente número especial
de la Revista de Estudios Hispánicos
(2012), editado por Aníbal González, cuya propia contribución al
post-nacionalismo ha sido significativa. Otra obra notable dentro de
esta temática es: The Art of Transition: Latin
American Culture and Neoliberal Crisis (2001) de Francine
Masiello, que contribuye a nuestra comprensión de la producción cultural
y el capitalismo global en la región. Las reflexiones de Josefina Ludmer
sobre los rasgos estéticos de su literatura más contemporánea también
son considerables, entre ellas Aquí América Latina:
una especulación (2010), que incluye un argumento sobre la
plasticidad de la representación del espacio en la producción literaria
actual.
[4] El extra-nacionalismo se define por una ruptura
completa entre el lugar de origen del autor y los protagonistas y
escenario de su narrativa. Un ejemplo sería El
viajero del siglo (2009) del escritor argentino, Andrés
Neuman, que tiene lugar en Alemania en el siglo diecinueve con
protagonistas de varios países, y ningún argentino entre ellos.
[5] Anderson sostiene:
“Se había lanzado la búsqueda, por así decirlo, de un modo
nuevo de vincular significativamente la fraternidad, el poder y
el tiempo. Quizá nada haya precipitado tanto esa búsqueda ni la
haya hecho tan fructífera como el capitalismo de la imprenta,
que permitió que una cantidad de personas en rápido aumento
pensaran por sí mismas y se relacionaran entre sí de maneras
profundamente novedosas” (56).
[6] Esta tapa también responde a la iconografía
universal de la web: el pequeño pájaro azul, ícono de Twitter, hace
girar la rueda, mientras que en el suelo descansan varias pelotitas
que representan imaginería de la web. En ese sentido, el molinillo
literalmente aplasta libros para producir símbolos de la web.
[7] También se observa una serie de símbolos que han
llegado a formar parte de la imaginería transnacional de la web en
forma de las pelotitas que se ven a los pies de la tapa. Se ven los
signos de “arroba”, “me
gusta”, “hipervínculo”,
“correo electrónico” y
“video”. Eso habla de la naturaleza universal
de los íconos relacionados con la web, que trascienden toda
nacionalidad.
[8] Los veinte
blogueros son: Félix de Azúa (España), Joana Bonet (España),
Patricio Pron (Argentina), Vicente Verdú (España), Javier Fernández
Castro (España), Jesús Ferrero (España), Vicente Molina Foix
(España), Rafael Argullol (España), Eduardo Gil Bera (España),
Basilio Baltasar (España), Sergio Ramírez (Nicaragua), Iván Thays
(Perú), Lluís Bassets (España), Vicente Luis Mora (España), Roberto
Herrscher (Argentina), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Víctor Gómez
Pin (España), Julio Ortega (Perú), Jorge Volpi (México) y Juan Pablo
Meneses (Chile). Cabe destacar que hay una sola mujer entre los
blogueros del sitio.
[9] Los datos sobre tráfico están tomados
de Alexa.com, un sitio de Amazon dedicado a la cuestión del tráfico,
del año 2013-2015.
[10] Así se veía el encabezado original de 2006. Nota: “El blog
literario latinoamericano”
[11] Aquí se ven los marcados cambios en contenido, que
incluye la incorporación de enlaces a redes sociales, video y feeds RSS, y una función de búsqueda
interna.
[12] Los 1300 enlaces entrantes al sitio fueron tomados de
Alexa.com.
[13] A fin de analizar el sitio, se utilizó una
herramienta de web scraping llamada WinHTTrack. Esta
tecnología atraviesa el sitio y lo guarda en archivos que reflejan
el original. Los cuadrantes de la visualización representan a los
blogueros agrupados por mes y kilobytes (volumen de entradas de
blog). Para crear un agregado del contenido tomado de las carpetas,
se empleó la línea de comando para navegar en esas carpetas y
analizar variables tales como nombre del bloguero, nacionalidad,
fecha, hora, cantidad de comentarios, contenido completo de la
entrada y título. En total, se reunió más de medio gigabyte de
código HTML. En Excel, se aplicó una fórmula matricial para crear
las visualizaciones. Cada entrada fue un caso, y utilicé un software
llamado Provalis para analizar variables. Como se menciona en una
nota al pie anterior, usé QDA Miner y
Simstat para determinar frecuencias
de aparición de palabras y las importé en Tableau para crear visualizaciones (textuales y
numéricas).
[14] Las siguientes palabras clave están tomadas de
Alexa.com: 1) Boomeran (15,25%) 2) Patricio Pron (12,09%) 3) Pron
(8,37%) 4) Jorge Volpi (6,67%) y 5) Soldan (3,63%). El percentil
restante está compuesto por una gran variedad de búsquedas; estas
son solo las cinco principales.
[15] Por ejemplo, diarios argentinos como La Capital de Rosario y El Litoral de Santa Fe, además de la
edición uruguaya de El País, el diario español ABC y las revistas
literarias españolas de Occidente y
Letras Libres.
[16]
Para dar una referencia de comparación, los diez sustantivos más
frecuentes son: 1) mundo (6178); 2) vida (6196); 3) tiempo (4333);
4) historia (3770); 5) momento (3039); 6) forma (3028); 7) lugar
(2880); 8) libro (4230); 9) manera (2483); 10) modo (2480).
[17] Heidegger escribe: “De acuerdo con nuestra
investigación, la accesibilidad de los seres, y en
rigor de los seres como tales, es una
característica del mundo. La esencia del mundo no se
agota en esa determinación. De hecho, la pregunta es si esa
característica anuncia algo de la esencia más
profunda del mundo o si es solo una determinación que
se sigue de esa esencia” (279, cursiva del
original).
[18] En su
provocativo manifiesto, “A Declaration of the
Independence of Cyberspace” (“Una
declaración de independencia del ciberespacio”), John
Perry Barlow afirma: “Los gobiernos toman sus Justas facultades
del consentimiento de los gobernados. Ustedes no solicitaron ni
recibieron el nuestro. El ciberespacio no está dentro de sus
fronteras. No crean que pueden construirlo como si fuera un
proyecto de obra pública. No pueden”. En congruencia con la
idea del contenido web universal y de la ciudadanía global, Barlow
publicó su obra en línea con la esperanza de una diseminación
masiva.
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