Volume 12 Number 1
Laboratorios ciudadanos y humanidades digitales
Citizen Laboratories and Digital Humanities
Abstract
Ante la creciente popularidad de los laboratorios como espacios de innovación, presentamos un marco de referencia sobre los fundamentos que los caracterizan y exploramos sus posibilidades de incorporación al ámbito académico, en particular al campo de las humanidades digitales. Partimos de la hipótesis de que las humanidades digitales en Iberoamérica pueden recuperar algunas de las aportaciones de los laboratorios ciudadanos para expandir sus alcances a través de la incorporación de nuevos actores y metodologías; establecer una posición crítica frente al sistema dominante de producción de conocimiento y de las humanidades en el escenario geopolítico; y diseñar, hacer visibles y reconocer modelos y locus alternativos de producción, circulación y consumo del conocimiento. Por ello, este texto tiene como propósito caracterizar la cultura del laboratorio y analizar las posibilidades de su apropiación para promover procesos de producción de conocimiento abierto en el ámbito universitario y en particular en el campo de las humanidades digitales iberoamericanas.
La condición para que un laboratorio sea operativo es que sus miembros nunca salgan fuera, lo que significa que deben asumir el reto de hacer que el exterior sea abducido en su totalidad. [Lafuente 2016]
Introducción
La vuelta a lo experimental: la idea del laboratorio
El universo de los laboratorios: hacia una tipología
Tipo | Institucionalidad | Proyectos | Enfoque | Ámbitos | Participación ciudadana | Caso |
Living labs | Múltiple (multistakeholder) | Investigación, desarrollo y testeo, comercialización de prototipos | Digital y no digital | Generalmente urbano | Baja | imec iLab.o, Bélgica; CatLabs, Cataluña |
Citylabs | Pública (gobiernos locales) | Iniciativas socio- tecnológicas | Digital y no digital | Urbano | Media | Citilab Cornellá, Barcelona; MvdLab, Montevideo |
Gov labs | Públicas (gobiernos regionales, estatales, federales) | Innovación social, Innovación gubernamental | Digital y no digital | Urbano | Variable | Santa Lab, Provincia de Santa Fe; Hacker Lab, Cámara de Diputados, Brasil; MindLab, Dinamarca |
Medialabs | Pública; Privada; Academia; Ciudadana | Producción digital, cultura digital, arte y tecnología | Digital y no digital | Urbano/rural | Alta | Medialab-Prado, Madrid; Lab Santista, Brasil; Nuvem, Brasil |
Hackerspaces | Ciudadana (colectivos y comunidades de práctica) | Apropiación y reflexión colectiva de las tecnologías | Digital | Generalmente urbano | Alta | Rancho Electrónico, Ciudad de México; MariaLab, Brasil |
Makerspaces | Privada; Pública; Academia; Ciudadana | Producción digital, fabricación | Digital y no digital | Urbano | Variable (participación del público usualmente con costo) | MakeSpace, Madrid; Hacedores, México |
Fablabs | Privada; Pública; Academia; Ciudadana | Fabricación digital | Digital | Variable | Bajo (estudiantes, academia, empresas, público con costo) | Asiri Labs, Guayaquil; Fab Labs, Barcelona |
World wide labs | Privada; Academia; Ciudadana | Proyectos globales en tiempo real para la solución de problemáticas específicas | Digital y no digital | Global | Alto | Folding@Home, Stanford |
Laboratorios ciudadanos: fundamentos
Para que una experiencia pueda ser caracterizada como laboratorio ciudadano y, de esta manera sea posible distinguirla de otras iniciativas y otros laboratorios, es esencial que se asocie con ciertos valores y cumpla ciertas condiciones, que no se circunscriben al actor o la institución que los impulse, sino con la naturaleza de los procesos y los principios que los rigen. En primer lugar, la defensa de los bienes comunes [Ostrom 1990] [Bollier 2007] y del bien común y no un beneficio económico como fundamento. En segundo lugar, un grado profundo de experimentación, que permita la emergencia de la innovación, en este caso concebida como capacidad creativa de la ciudadanía. En tercer lugar, la apertura, en todos los procesos, es decir, que se garantice la posibilidad de replicación y la transferencia de los aprendizajes a través de la documentación, la divulgación y el licenciamiento libre. En quinto lugar, la participación ciudadana amplia, de manera incluyente y sin restricciones, la incorporación de públicos diversos sin importar su grado de especialización. Y por último, la democratización: la posibilidad de tomar decisiones en todos los procesos y la capacidad de autogestión ciudadana. Sangüesa se refiere a la vocación deliberada de generar capacidades entre los usuarios de los laboratorios como un incremento en la agencia democratizadora de la ciudadanía: “la capacidad de entender y diseñar los sistemas sociotécnicos propios de la tecnocultura” [Sangüesa 2013]. Es decir, una política fundacional que defienda y promueva la agencia de los sujetos para diseñar y construir los sistemas tecnoculturales. En este sentido, y desde esta perspectiva, los living labs y los laboratorios ciudadanos no son necesariamente equivalentes o sinónimos como se maneja en ocasiones en la literatura existente [Schiavo et al. 2013].Un laboratorio ciudadano es un espacio hospitalario capaz de convocar la diversidad y que metaboliza malentendidos y desencuentros para construir nuevas formas de crítica. Un laboratorio ciudadano es un entorno experimental donde se someten a escrutinio público, abierto y horizontal la pluralidad de experiencias y conocimientos. Un laboratorio ciudadano es un lugar de producción de nuevas formas de visualizar, mapear, representar los problemas. Un laboratorio ciudadano no es una asamblea legislativa, ni una plataforma para movilizar ideas afines a un partido, un colectivo o un movimiento. Un laboratorio es un espacio de trabajo orientado a la producción de prototipos y no una sala de exposiciones. Un laboratorio ciudadano es una espacio para aprender a vivir juntos y en consecuencia, el lugar por antonomasia para la política experimental. [Lafuente 2016]
Actores | Públicos |
Privados | |
Academia | |
Ciudadanos | |
No humanos | |
Marco | Institucional |
No institucional | |
Territorio | Urbano/rural |
Provincial/estatal | |
Nacional | |
Regional | |
Internacional | |
Objetivos | Impulsar la innovación ciudadana |
Defender los bienes comunes | |
Promover una cultura digital crítica | |
Fomentar la democratización institucional | |
Financiamiento | Público |
Privado | |
Ciudadano | |
Mixto | |
Infraestructura | Física |
Digital | |
Móvil | |
Temporalidad | Permanentes |
Eventuales | |
Participación ciudadana | Gestión |
Producción | |
Evaluación | |
Acceso |
Laboratorios ciudadanos: características
- Abiertas: apuestan por crear infraestructuras de conocimiento abierto. La apertura se hace manifiesta a través de la participación, los procesos de producción, los códigos y los prototipos, que se desarrollan, documentan y difunden en plataformas libres bajo licencias copyleft para garantizar la apropiación comunitaria y su reproducibilidad.
- Ciudadanas: cualquier persona puede integrarse, proponer ideas y trabajar con otras en una propuesta común. El laboratorio es accesible y no restringe la participación bajo ningún criterio. Considera la inclusión una política.
- Heterogéneas: habilitan la confluencia de saberes transdisciplinarios [Magro y García 2012] u oficios, la diversidad étnica, de género, etaria, social, los distintos grados de especialización (expertos, novatos) en igualdad de condiciones. Aprovechan las distintas trayectorias y experiencias de vida, de los oficios, los quehaceres, la sensibilidad humana [Lafuente 2015]. Incorporan la diversidad como rasgo constitutivo. El encuentro entre los diferentes constituye un valor deseable.
- Colaborativas: se promueven los procesos horizontales, la escucha, la cultura de los cuidados, se trazan objetivos abiertos y compartidos [Lafuente 2015]. Incorporan la toma de decisión de los participantes en todos los momentos, no únicamente de producción, sino de concepción y gestión. Es decir, en el co-diseño del propio laboratorio, los espacios, la gobernanza, la programación, las formas de participación, la evaluación. El proceso es de co-creación, de construcción conjunta.
- Experimentales: se trabaja desde la cultura del prototipo, el error como constitutivo del aprendizaje, y la prueba, la curiosidad, el descubrimiento como principio, la creación y la innovación como resultado. Se promueve la cultura del hacer: son espacios en los que se recupera la tradición de la tierra, el territorio, los recursos, las manos, los cuerpos, el movimiento, el trabajo con la cultura material.
- Comunitarias: son arquitecturas sociales, espacios para compartir la vida en comunidad. Las propuestas provienen de la comunidad, se gestionan y resuelven por la comunidad. Se impulsa la autogestión.
- Flexibles: dinámicos, lúdicos, ajustables a los diversos contextos de participación, con múltiples vías de entrada y salida. Pueden ser permanentes o temporales; institucionales o no institucionales; móviles o fijos; locales o globales, urbanos o rurales.
- Post-digitales: utilizan las tecnologías duras como pretextos para hackear los sistemas productivos y tecnologías blandas de colaboración, mediación y apertura para resignificarlos en común.
- Sostenibles: en armonía con el entorno, orientadas a la defensa de los bienes comunes y la consecución del buen vivir.
El paisaje de las Humanidades Digitales en Iberoamérica
Laboratorio de Innovación de Humanidades Digitales, Universidad Nacional de Educación a Distancia, España
GrinUGR y Medialab UGR, Universidad de Granada, España
+DATALAB Centro de Investigaciones en Mediatizaciones, Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Openlabs, Tecnológico de Monterrey, México
Laboratorios ciudadanos y humanidades digitales
Conclusión
Abstract
Given the growing popularity of laboratories as spaces for innovation, we present a framework of reference on the fundamentals that characterize them and explore their possibilities of incorporation into the academy, particularly in the field of digital humanities. We start from the hypothesis that the digital humanities in Spanish-speaking Latin America can recover some of the contributions of citizen laboratories to expand their reach through the incorporation of new actors and methodologies; establish a critical position against the dominant systems of knowledge production in the humanities on our current geopolitical scenarios; and design, make visible and recognize models and alternative loci of production, circulation and consumption of knowledge. Therefore, this article aims to characterize the culture of the laboratory and analyze the possibilities of its appropriation to promote processes of production of open knowledge in university environments, and in particular in the field of Ibero-American digital humanities.